miércoles, 25 de junio de 2008

Augustin Louis Cauchy

¡Holas! Y bueno, tanto encontrarme con este tipo me dio curiosidad de saber quien era... 800 teoremas de él uso, y encima en un momento Carlos dijo: "en algunos libros a este lo vamos a encontrar como teorema de Cauchy pero acá le vamos a decir así al de la práctica 11"... Detalle que no dijo que al de la 6 también, y a los dos de la 11, más el de la 3... En fin, un groso el tipo, o el culpable de la locura de los jóvenes aspirantes a Ingeniería o Ciencias...

En fin, la info la saqué de http://es.wikipedia.org/wiki/Cauchy

Saludos

Augustin Louis Cauchy (París, 21 de agosto 1789- Sceaux, 23 de mayo 1857) matemático francés.

Cauchy fue pionero en el análisis y la teoría de permutación de grupos, sin duda uno de los matemáticos mas importantes de la historia. También investigó la convergencia y la divergencia de las series infinitas, ecuaciones diferenciales, determinantes, probabilidad y física matemática.

Cauchy empezó a educarse tempranamente con su padre Louis François Cauchy (1760-1848) quien ocupó varios puestos públicos menores y era amigo de Lagrange y Laplace.

En 1814 el publicó la memoria de la integral definida que llegó a ser la base de la teoría de las funciones complejas. Gracias a Cauchy, el análisis infinitesimal adquiere bases sólidas.

Cauchy precisa los conceptos de función, de límite y de continuidad en la forma actual o casi actual, tomando el concepto de límite como punto de partida del análisis y eliminando de la idea de función toda referencia a una expresión formal, algebraica o no, para fundarla sobre la noción de correspondencia. Los conceptos aritméticos otorgan ahora rigor a los fundamentos del análisis, hasta entonces apoyados en una intuición geométrica que quedará eliminada, en especial cuando más tarde sufre un rudo golpe al demostrarse que hay funciones continuas sin derivadas, es decir: curvas sin tangente.


lunes, 23 de junio de 2008

El Título

No creo que nadie se lo haya preguntado, pero el título de este blog tiene una explicación. Miento si digo que no me inspiró la canción de Radiohead "Go To Sleep (Little Man Being Erased)", pero eso no es todo. El título es un reflejo de mi manera de pensar con respecto a muchas cosas.
Algo que siempre pensé y que de cierta forma me da "bronca", no broncaaa pero que no comprendo del mundo, es como se va perdiendo el individualismo de las personas. Todas las personas del mundo somos distintas, y eso debería enriquecernos, el aprender a convivir con nuestras diferencias y descubrir que lo que a uno le falta es lo que tiene el otro, y así disfrutar más de la interacción.
Ahora, el mundo se convirtió en un lugar plasmado de estereotipos; la gente busca parecerse a otra en busca de un ideal que ni ellos comprenden, sin preguntarse el por qué, qué piensan sobre eso, qué les gusta y qué no, qué son y qué no. Y esto uno lo puede comprobar temporada a temporada. La moda. ¿Cuántas personas realmente se preguntan si les gusta vestirse del color "que se usa"? ¿Cuántos gustaban del color de la temporada pasada, pero como ya no está de moda no lo usan, y queda como un simple trapo en el fondo del placard? Osea, ¿uno ya no puede elegir de qué color se quiere vestir? ¿Por qué los demás eligen eso por nosotros? ¿Dónde quedó nuestra capacidad de elegir, de ver qué nos gusta y qué no? De mostrarle al mundo que somos personas, cada uno como unidad con sus propios pensamientos, y no simples ovejas de un rebaño...
¿O yo seré muy individualista?

Pensar

Y digamos que es la base de todo, lo que nos distingue del resto... lo que, según algunos, nos hace "superiores". Pensar es grandioso, y, al mismo tiempo, horrible. Elegir, decidir, la forma en la que se puede degustar un momento es única. Llegar a conclusiones, encontrar conocimiento. La mente nos puede llevar por muchísimos caminos. Pero, cuando se nos vuelve en contra, ¿quién nos salva de ella? ¿Cómo detener la tormenta de cosas que nos persiguen y no nos dejan ni un minuto de tranquilidad? ¿Qué hacer cuando uno encuentra un problema, y se debate tanto en su solución que se pierde de las demás cosas? Y cuando, finalmente, llegamos a la solución de algo, un nuevo enigma se nos pone enfrente. Y otra vez nuestra mente, sin que siquiera se lo pidamos, a la búsqueda de la solución. Por lo tanto, ¿disfrutamos del paisaje alrededor nuestro, si no podemos entregarnos a su vista?
¿O simplemente seré yo, que pienso todo demasiado?

miércoles, 18 de junio de 2008

La Noche del Corazón Gris

¡Hola! Hoy dejo un cuento de hace dos años creo, espero les guste... y recibo interpretaciones jaja, no vale que uno diga lo que quiere decir, ¿no?

Mientras me reclinaba hacia atrás en la butaca de clase económica del vuelo que, después de un año, me llevaba por tan solo una semana de vacaciones de nuevo a mi país, empecé a recordar lo que había hecho en esos últimos doce meses viviendo en el extranjero. Había logrado lo que soñaba desde que era un adolescente, tener un cargo importante en alguna gran empresa, lo que me implicaba tener todos los detalles que siempre vi tan lejanos mientras estudiaba; trabajar de traje y corbata, llegar en auto al trabajo, que todos me conozcan y me consideren importante…

Cuando me dieron esa oportunidad, acepté sin dudarlo ni un momento, sabía todo lo que estaba dejando atrás, pero igual acepté. Ignoro cuánto pude haber herido a mi novia, mi alma gemela que pensé que nunca iba a encontrar, que pensé que sólo existía en mis sueños… Todavía resuenan en mi cabeza las palabras que me dijo esa noche, cuando se enteró de que me iba: “Estoy muy contenta porque lograste lo que querías, pero al mismo tiempo me estás destrozando…”. Me lo dijo mirándome directamente a los ojos, con toda su sinceridad, y después no me dijo más nada, porque el llanto se apoderó de ella y no la dejó ir hasta muchas horas después.

Aquella despedida en el aeropuerto casi me hace dudar al último instante, ella lo notó, y después del último beso y el más fuerte abrazo que me hayan dado, me miró con sus ojos llenos de lágrimas, pero no habló, porque una mirada suya me decía más que mil palabras; me decía que me vaya, que me amaba y que aún a la distancia íbamos a estar bien. Fue un momento extraño, porque mi corazón estaba lleno de emociones; por un lado la alegría de haber logrado lo que tanto anhelaba y por el otro el dolor de la separación.

Me odié a mi mismo durante las doce horas de vuelo; me odié por dejar a la persona que más me importaba en el mundo, y me odié por ser así, ambicioso, y dejar de lado los sentimientos. Nunca me sentí tan solo en mi vida como dentro de ese avión.

Sabía que iba a extrañarla, pero nunca imaginé que tanto. Las fotos de nosotros dos adornaban cada superficie de mi habitación, y mi preferida ocupaba un lugar preferencial en mi escritorio. Nos consolábamos mutuamente con los “te amo” por teléfono y los besos por carta, pero lo que nos mantenía más unidos era la ilusión de volvernos a ver, el deseo de volver a mirarnos a los ojos como antes y de abrazarnos tan fuerte hasta quedarnos sin aire.

Ese momento por fin había llegado; el avión estaba aterrizando en una medianoche de viernes, la noche que tanto había esperado, la noche que me mantuvo vivo cuando me sentí solo… Y allí estaba ella, el vívido retrato de mis fantasías, esperándome, tan hermosa y radiante como siempre, pero emocionada como nunca cuando corrió a mi abrazo.

Fue en ese momento cuando noté que algo en mí había cambiado, porque sus labios eran los mismos, pero no tenían el mismo sabor cuando los besé; su cuerpo era el mismo, pero no estaba tan cálido cuando lo rodee con mis brazos, sus ojos eran los mismos pero no me reflejé como antes en ellos; sus lágrimas eran las de siempre, pero no se sintieron iguales en mi mano cuando se las sequé.

¿Qué cambió en mí esa noche? ¿Habrá sido la distancia? ¿El haber estado tanto tiempo sin vernos? ¿O me habrá protegido mi corazón, para que no note tanto lo que dejé por un sueldo y una corbata, lo que me perdí por mi ambición, cuando ella era lo más importante que tenía, mi compañera, mi alma gemela, la que nunca me exigió nada, la que estuvo siempre conmigo y hasta me apoyó aún cuando se le partía el alma de dolor? ¿Se habrá oscurecido mi amor, para que mi mente no me reproche el resto de mi vida el haberme equivocado?

Es culpa de la gente

A veces es inevitable pensar cómo son las mismas personas las que arruinan las cosas simples pero llenas de belleza que tiene el mundo, y la forma en la que, al nadie saber valorarlas como corresponde, impide a las personas que sí las quieren disfrutar que lo hagan. El primer ejemplo que se me viene a la mente es la noche. La noche, por definición, es hermosa. La cantidad de veces que he estado con mi amor caminando a la noche, y hubiera deseado que sea posible quedarnos abrazados mirando las estrellas bajo la luz de la luna... pero en el mundo de hoy sabemos que es imposible, que la noche no se puede disfrutar de esa manera, una manera sencilla y que realmente no perjudica a nadie. Y así, si nos detenemos a pensar, hay millones de simples bellezas que nos regala el universo que somos incapaces de aprovechar, simplemente por nuestra acción negativa sobre nosotros mismos. Eso no quita que la noche exista, pero realmente nos perdemos de las pequeñas cosas, como poder contar las estrellas sin tener que estar mirando a todos lados cada segundo...

¡Holas!

¡Hola! Acá inauguro el blog, gracias a la ayuda de mi amor, mi Tosca hermosa que me colaboró con el diseño del título porque... soy horrible con el diseño la verdad... y bueno, a ver que sale acá, algo interesante esperemos, de esas reflexiones bizarras sobre el mundo que tengo y algún escrito que por ahí dejo... esperemos que quede bueno... ¡Saludos!