miércoles, 18 de junio de 2008

Es culpa de la gente

A veces es inevitable pensar cómo son las mismas personas las que arruinan las cosas simples pero llenas de belleza que tiene el mundo, y la forma en la que, al nadie saber valorarlas como corresponde, impide a las personas que sí las quieren disfrutar que lo hagan. El primer ejemplo que se me viene a la mente es la noche. La noche, por definición, es hermosa. La cantidad de veces que he estado con mi amor caminando a la noche, y hubiera deseado que sea posible quedarnos abrazados mirando las estrellas bajo la luz de la luna... pero en el mundo de hoy sabemos que es imposible, que la noche no se puede disfrutar de esa manera, una manera sencilla y que realmente no perjudica a nadie. Y así, si nos detenemos a pensar, hay millones de simples bellezas que nos regala el universo que somos incapaces de aprovechar, simplemente por nuestra acción negativa sobre nosotros mismos. Eso no quita que la noche exista, pero realmente nos perdemos de las pequeñas cosas, como poder contar las estrellas sin tener que estar mirando a todos lados cada segundo...

1 comentario:

Đanny dijo...

Y sí, lamentablemente vivimos en un mundo donde esas pequeñas cosas tan bellas no pueden disfrutarse libremente. Y el que desee contar las estrellas tiene que justamente irse a un lugar en donde no tenga que mirar a todos lados...por eso nosotros vamos a ir al océano ¿no? =P jeje. Es una buena reflexión. Hay que empezar a preguntarselo, pocos lo habrán hecho porque ya viven así...pero ¿la vida realmente es así? no debería.

Besoss varioss mi toscoo.
Te amooo.